jueves, 4 de junio de 2020

Relatos con reconocimientos


             MIS SUEÑOS
Llegando a los 70 años de mi vida, se empezaron a cumplir mis sueños que desde chica nunca pensé que se iban a cumplir, y cumplido por mi hijo menor llamado Diego, quien me llevo a conocer el mar, ese sueño que jamás lo había contado. También fui a  Mendoza que es un lugar histórico y fue hermoso ir al Cristo Redentor con él, Norma y Luisa; Con el también conocí la cancha de River y parte de Buenos Aire.
Tuve la oportunidad de conocer la Cumbrecita con quien también compartí con mi hija Normita donde pasamos un día magnifico, un hermoso paisaje de ríos con aguas cristalinas.
Hice viajes particulares que nunca pensé hacer que fueron a Salta, Bariloche, Catamarca , Mar Chiquita y Córdoba que también los compartí con Normita. A la edad que tengo estoy muy conforme con lo que he podido logra y quiero seguir compartiendo momentos de felicidad con mi familia, nietos, biznietos, amigas y hacer todo lo que esté a mi alcance. Ignacia Sanchez

   El desconocido   Michael Benitez


4 de marzo de 2034. Era una noche de abril en pleno centro de la ciudad de Córdoba. Todo iba muy bien, nada fuera de lo normal, mucho tráfico como siempre, aunque poca gente en las calles.
De la nada apareció un hombre corriendo, era bastante alto, ese bigote gigante resaltaba aún más que su extraño sombrero. Vestía muy raro, con un largo saco negro que combinaba perfectamente con sus brillantes zapatos de gala. En su cuello colgaba una cámara de foto que se zarandeaba de un lado a otro. Corría desesperado, parecía no saber dónde se encontraba ni donde poder ir, estaba perdido. En un momento se detuvo detrás de un auto que estaba estacionado a la orilla de la vereda, luego camino repentinamente hacia atrás en dirección a la calle tomándose la cabeza con ambas manos mientras hacía gestos como si se estuviera lamentando de algo; sin darse cuenta de tanta frustración, quedó en medio de la calle, donde fue atropellado repentinamente por un taxi que no pudo frenar a tiempo e hizo volar por el aire al sujeto, quién desafortunadamente cayó de cabeza al asfalto muriendo instantemente.
Para cuando la ambulancia llegó, ya nada se podía hacer. Al momento, un montón de policías, periodistas y vecinos de la zona rodeaban el lugar. Al llegar el comisario juan, vio aquella multitud de gente, se fastidió y ordeno mandar a sacar a todos y poner las cintas amarillas que indicaban que nadie podía pasar. Luego vinieron los expertos, levantaron el cuerpo en una camilla y lo trasladaron a la morgue para poder hacerle la autopsia. Una vez allí, revisaron el cuerpo y en el bolsillo interno del saco tenía una billetera llena de distintos tipos de billetes y monedas, algunos eran de esta época, otros ya no circulaban y varios no parecían ni existir, ¿de dónde los había sacado?. Además de eso también había una libreta, donde se encontraba su nombre, David mantilla.
Se buscó datos de esta persona, pero no se encontró absolutamente nada, era como si hubiera desaparecido de todos los registros, ¿quería escapar?, ¿pero de quién?. Al paso de algunos días, al ver que nadie venía por el, decidieron buscar en el Renaper, ahí se
encontró registrada una libreta de casamiento en la que figuraba que estaba casado con Elizabeth García. Actualmente la señora tendría 87 años de edad. Su dirección estaba muy lejos de la comisaria, así que el comisario decidió ir a su casa a comunicarle la noticia personalmente y hacerle algunas preguntas.
Al llegar a la casa, le dio la noticia y comenzó directamente con las preguntas. Con lágrimas en los ojos, Elizabeth comenzó a relatar una extraña historia.
–En el año 1975 comencé a salir con David. En el 76´ cuando ya hacía poco más de un año que estebamos de novio. David me invito a conocer a su familia y yo accedí, luego de unos días viajamos hasta el campo de su familia donde íbamos a almorzar. Después del almuerzo, salimos a dar un paseo mientras fotografiábamos árboles y aves. En un momento le pedí que regresáramos, entonces él me dijo que volviese, que en un momento me alcanzaba, así que se quedó fotografiando solo bajo unos árboles. Después de que llegué a la casa pasaron un par de horas y el no volvía, decidimos salir a buscarlo y no había rastros de él, había desaparecido, como si se lo hubiera tragado la tierra. Al otro día hicimos la denuncia y comenzaron a investigar. Pero un mes después de eso, apareció en la puerta de mi casa bastante alterado y repitiendo que había viajado con una extraña nave hacia el futuro. Nadie entendía lo que había pasado, pasó varios días muy alterado, aunque lo ayudamos y salimos adelante. Nunca quiso hablar mucho sobre eso ni dar tantas explicaciones.
Unos años después nos casamos y cuando parecía que todo marchaba bien, desperté una mañana con una nota diciendo que se iba de viaje por algo muy importante y que volvía pronto. Tres o cuatro meses después me llego una fotografía con la fecha de 2012, diciendo que estaba bien y que estaba por volver. Quede bastante alterada, ¿cómo había conseguido comunicarse conmigo a casi 30 años después?, ¡era imposible!. Quería una explicación, esperaba su regreso con ansias pero más que todo deseaba preguntarle cómo había logrado viajar en el tiempo. Al volver no dio muchas explicaciones dijo que era algo nuevo y que no sabía cómo hacerlo bien pero podía, supuse que era algo difícil de explicar así que lo deje hasta ahí, quería saber, pero me conformé solo con tenerlo de vuelta sano y salvo. Un mes después volvió a desaparecer nuevamente. Pasaban los años y eso se hacía habitual. Desaparecía un mes o dos y volvía a aparecer en la puerta de casa. Hasta el año 2006 donde llego otra foto del 23 de septiembre del 2025, donde decía que al volver ya no tendría que volver a estar lejos de mi y que me explicaría todo. Eso fue lo último que supe de él hasta que me llamo usted ésta mañana, dijo la señora mostrando aquella increíble foto del 2025.
Desconcertado y sin saber que decir o preguntar el comisario se despidió de la mujer y
decidió ir a la comisaria. Pidió que se buscara el registro de denuncias del año 76'. Y efectivamente encontró la denuncia hecha por Elizabeth, con ella la foto de un hombre, el cual el comisario constató que era la misma perdona que el fallecido.
Luego de eso. el caso quedo estancado, ya no había de donde sacar más pruebas, así que
los superiores del comisario ordenaron cerrar el caso. Intento seguir por su cuenta
aunque no pudo encontrar nada.
Todo quedó en el olvido, nunca se supo si el caso fue real y probablemente nunca se sabrá.



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